Las alergias son una de las principales causas de muerte en la nación desde hace siglos. Si te fijas bien, ahora cada restaurante o cafetería, charcutería o panadería debe tener legalmente una indicación sobre las alergias alimentarias y decir que se utiliza cualquier producto de soja, lácteo o trigo en el centro. Esto podría ser fácilmente una consecuencia del hecho de que cada tres minutos, alguien experimenta un evento grave o que pone en peligro la vida en relación con una reacción alérgica a algo que tocó o tragó.

Hoy en día

Por suerte, con la ayuda de varios asistentes médicos, administradores y ex alumnos, hemos dado un paso más para encontrar el fin de lo que podría considerarse fácilmente un problema masivo en la vida de innumerables niños, ancianos y adultos. ¿Se imaginan lo que debe ser tener que pasar toda una vida sin saber a qué sabe una fresa? ¿O qué decir de no poder ni siquiera tocar la leche? Ser alérgico a ciertos alimentos no sólo puede resultar una situación mortal, sino que también puede hacer que la persona se sienta privada y desfavorecida.

La inmunoterapia oral es un medio innovador y experimental para descubrir si alguien puede efectivamente volverse resistente a alérgenos específicos como los cacahuetes o los productos lácteos. Esta terapia se hace efectiva empleando el apoyo de flebotomistas para extraer sangre de la persona afectada y determinar la eficacia del sistema inmunitario. Posteriormente, el individuo recibe una serie de inyecciones para disminuir las reacciones inmunitarias.

Tenga en cuenta

Esto permite a las víctimas de estas alergias potencialmente mortales tener la capacidad de consumir exactamente los mismos alimentos que podrían quitarles la vida. Durante un tiempo determinado, la persona seguirá recibiendo las inyecciones y, a medida que siga ingiriendo estos alimentos peligrosos, su cuerpo empezará a tolerar dosis cada vez mayores.

Es realmente increíble ver lo que estos remedios pueden hacer por un individuo que ha pasado la mayor parte de su vida preguntándose cómo sería probar finalmente algo tan común como un helado sin perder posiblemente su vida. No hace falta decir que, como todos los eventos que alteran la vida, estos remedios implican una cierta cantidad de riesgo potencial.

Debido a que el término tratamiento suele dictar una vida de resistencia a los alimentos que en su día fueron una amenaza para la vida, los científicos e investigadores clínicos deciden no reivindicar estos remedios como tales todavía, ¡pero ya casi estamos en ello! Dentro de unas décadas, la tecnología médica podría darnos respuestas no sólo a las formas de prevenir las reacciones alérgicas, sino también a las razones por las que estas reacciones alérgicas se producen cada vez con más frecuencia.