Durante la convención demócrata, el reverendo Al Sharpton citó una estadística impactante: Un tercio de los niños de Harlem sufren de asma. Esto no debería sorprender del todo, ya que los casos de asma han ido aumentando de forma constante a lo largo del tiempo, sobre todo en las ciudades, intensificándose recientemente durante el retroceso de algunas leyes medioambientales clave, pero es una tendencia que debemos revertir.

Detergente

Todo se reduce al detergente, y no a cualquier detergente. Se trata del detergente que utilizan para lavar la ropa y las sábanas de sus hijos. Los detergentes más vendidos en Estados Unidos contienen grandes cantidades de fosfatos irritantes, que no sólo son un importante irritante para la piel y el sistema respiratorio, sino una fuente de contaminación grave, y un componente del calentamiento global. Si te preguntas si tu detergente para la ropa contiene fosfatos sólo tienes que leer la etiqueta, allí aparece.

En la mayoría de los países industrializados los detergentes con fosfatos están prohibidos por una buena razón, pero en Estados Unidos la industria química tiene un fuerte grupo de presión y los fosfatos baratos ayudan a los fabricantes a mantener sus costes bajos, por lo que su uso continúa. La próxima vez que pasee por la sección de detergentes de su supermercado, respire profundamente y observe cuánto le irrita el olor a su nariz y a sus pulmones.

Toma nota

¿Qué tipos de detergente contienen poco o ningún fosfato? El detergente para bebés. A ninguna madre se le ocurriría lavar la ropa y las sábanas de su recién nacido con el detergente en polvo de la casa. Eso provocaría sarpullidos en la delicada piel de su bebé, así como un aumento del llanto y del mal humor. Hay muchos detergentes naturales disponibles que no contienen fosfatos y merece la pena dedicarles tiempo.

Hemos observado enormes mejoras tanto en niños como en adultos cuando su ropa y sus sábanas se lavan sistemáticamente con un detergente sin fosfatos. Puede ser útil explicar por qué este sencillo cambio es tan eficaz. Las pruebas realizadas en Europa demuestran que, mientras duermen, las personas son entre dos mil y diez mil veces más sensibles a la contaminación química y electromagnética que cuando están despiertas.

Nota final

Cuando el pijama de un niño se lava con un producto químico irritante y duerme con ropa de cama que contiene esas mismas toxinas, su sistema inmunitario se ve desafiado cada noche, durante un periodo en el que es más vulnerable. Las reservas nutricionales de su cuerpo se consumen en esa batalla y son menos capaces de defenderse de los contaminantes que encuentran durante el día. El asma y las alergias no se producen por un único irritante, sino por una acumulación de pequeños irritantes que acaban por desbordar la capacidad de adaptación del organismo. No es descabellado imaginar que la eliminación de un irritante respiratorio del entorno del sueño, donde una persona pasa un tercio del tiempo, producirá una mejora en la capacidad de respirar de un niño.