La esclerosis sistémica progresiva (ESP) es un trastorno que puede afectar a muchas regiones del cuerpo. Se caracteriza por el depósito de cantidades excesivas de tejido conectivo en la piel y los órganos internos, además de por anomalías inmunitarias. La causa de la esclerosis sistémica, al igual que muchas otras enfermedades similares, no está clara.

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Son muchos los factores ambientales que pueden provocar el desarrollo del SPS y la predisposición genética de cada persona podría determinar si estas influencias ambientales contribuyen a la evolución de la enfermedad. Desde hace mucho tiempo se ha teorizado que las infecciones -tanto víricas como bacterianas- podrían actuar como desencadenantes del SPS. En ciertos pacientes, la terapia con antibióticos alivia varios de los indicadores del SSP. La infección por H pylori ha recibido recientemente bastante atención en relación con el desarrollo del SPS.

Un estudio informó de que la incidencia de la infección por H pylori en los pacientes con SSP era significativamente mayor que en los controles. Sin embargo, otros estudios no han informado de estas diferencias. Es posible que no todas las cepas de H pylori generen las mismas respuestas en los pacientes. Por ejemplo, otro estudio reveló que el 90% de los pacientes con SSP estaban infectados por la cepa CagA de H pylori. Esta cepa específica parece correlacionarse con la progresión de varias enfermedades diferentes, incluidas las cardiopatías y el cáncer de estómago.

Tenga en cuenta

Desgraciadamente, hay escasa información en la literatura sobre este tema, pero dado que la infección por H pylori tiene la capacidad de activar una reacción inflamatoria sistémica o de todo el cuerpo, no se puede descartar su papel en enfermedades como el síndrome de estrés postraumático y el papel de las razas CagA debería investigarse más a fondo. Como he explicado en varios de mis posts, el H pylori es uno de los varios desencadenantes que pueden dar lugar a una cascada de acontecimientos dentro del cuerpo que, en última instancia, dan lugar a problemas inflamatorios e inmunitarios.

Así que le recomendaría que si tiene alguna enfermedad de la piel o una afección autoinmune, busque asesoramiento sobre la mejor manera de evaluar todos estos probables desencadenantes. Las alergias alimentarias, las infecciones gastrointestinales ocultas como el H. pylori, los parásitos, el sobrecrecimiento de hongos, las deficiencias nutricionales -en particular la vitamina D en las enfermedades autoinmunes-, los desequilibrios hormonales, la acumulación de toxinas en el organismo, el mal funcionamiento del hígado y varios otros desequilibrios pueden dar lugar a la cascada de inflamación que, en última instancia, conduce a enfermedades autoinmunes como el SSP.

Conclusión:

Al mismo tiempo, hay que tener cuidado de eliminar los alimentos que pueden desencadenar la inflamación del intestino. Los más preocupantes son el gluten, la leche de vaca, la soja, el azúcar y los alimentos procesados. Existen herramientas para comprobar las dolencias digestivas, la toxicidad y la sensibilidad alimentaria y química, y son estos análisis los que pueden permitirte descubrir la razón por la que se ha desarrollado tu enfermedad. Las condiciones autoinmunes como el SSP pueden ser derrotadas, pero requiere esfuerzo y comprensión de lo que las está causando en primer lugar.