Siempre se ha sabido que la música tiene un fuerte efecto en la conciencia humana. Pero en las últimas décadas se ha investigado más la ciencia del sonido y cómo puede utilizarse para mejorar nuestras vidas. Estamos aprendiendo por qué diferentes tipos de sonidos y música tienen los efectos que tienen en el cuerpo humano, las emociones, la mente y el alma. La ciencia nos dice que toda la vida es energía de una u otra forma.

Tenga en cuenta

Además, esta energía es eterna, cambia y se transforma de una forma o figura a otra. Cada "forma de energía" tiene su propio patrón particular de frecuencias, o vibraciones. Cuando una forma experimenta una frecuencia adecuada del tipo de una nota musical, la forma comenzará a vibrar en simpatía con la nota en resonancia simpática.

Una vibración lo suficientemente fuerte puede incluso hacer que una forma se reestructure, como se ha observado con las células cancerosas, los vasos de cristal, los cristales de agua, etc. Con los cuencos del Himalaya, (también conocidos como cuencos tibetanos) cada nota genera una resonancia simpática con cada una de las otras notas generando sobretonos armónicos que inician el procedimiento terapéutico.

Veamos...

Examinemos por un momento la distinción entre curar y sanar: La curación es un producto final o un resultado definitivo. Las definiciones del diccionario la especifican como "la resolución biológica completa de un estado de enfermedad" o "la eliminación de la enfermedad, la angustia, el mal". La curación es un proceso de naturaleza infinita. La curación es un movimiento de la desarmonía a la armonía, de la dualidad a la no-dualidad o a la Conciencia Divina.

El camino de la recuperación es, pues, un despertar religioso que repercute en nuestro bienestar físico. Al despertar, nuestra perspectiva cambia. Al cambiar nuestra perspectiva, cambia nuestra vibración. A medida que nuestra vibración cambia, nuestra composición móvil cambia. Los cambios no pueden ocurrir como entidades separadas - influyen en la totalidad de lo que somos y se expanden infinitamente.

Esta conexión entre el cuerpo y el alma ha sido muy ignorada por la profesión médica, pero la conexión es bastante evidente. La curación es un proceso en el que nos liberamos de una perspectiva finita centrada en nosotros mismos desde el mundo y continuamos con nuestro carácter, donde nuestra energía vibratoria está vinculada con el mundo.

Curación

El resultado puede ser la curación. Pero si una persona sólo se cura a nivel concreto, sin una recuperación suficiente, es muy probable que el problema de fondo que causó la enfermedad en primer lugar vuelva a manifestarse. Un paso muy importante en el procedimiento de curación es el de establecer una resonancia con la enfermedad en cuestión. La mayoría de los hombres y mujeres se resisten a su condición. No se puede liberar lo que no se posee. El sonido es el tren que nos ayuda a recuperarnos.

¿Cómo? Sabemos que diferentes pulsaciones excitan distintos centros de comportamiento. También entendemos que podemos crear una inducción de ondas cerebrales a través de un proceso de resonancia simpática y que normalmente nos induce o colapsa en medida vibratoria a las vibraciones más poderosas en nuestro entorno inmediato. Nuestro cuerpo es el transmisor perfecto de la vibración, siendo el agua 70% Además, los haces de nervios dentro de nuestra columna vertebral transmiten la información sensorial vibracional al tallo cerebral y al sistema límbico (nuestro centro de procesamiento psicológico).

Colocar los cuencos directamente sobre el cuerpo aumenta considerablemente su eficacia. Los cuencos vibran en la frecuencia de la devoción, también llamada el mantra sánscrito AUM. Crean sobretonos armónicos en los que cada nota comprende al resto de las notas y ninguna es otra entidad por sí misma. Su audio nos arrastra a la salud al arrastrar nuestro sistema energético a resonar juntos en su propia perfección. En el mundo todo acorde disonante tiende a convertirse en una armonía. Y eso es lo que ayudan a nuestro cuerpo a realizar.

Harmonie

La resonancia armónica de estos cuencos nos lleva literalmente a un flujo energético más universal. Transmiten eficientemente sus vibraciones relajantes y calmantes a través de nuestro cuerpo de agua 70% de una manera que afecta a todo nuestro sistema inmunológico y nervioso e inicia la reacción de relajación llevándonos a un estado de ondas cerebrales Theta (estado de sueño despierto que es el hogar de la imaginación, la inspiración, el instinto y donde podríamos dejar ir nuestros límites del ego, de nuestra comprensión de nuestra condición corporal y asociarnos con lo no físico, no dualista).

Las vibraciones sonoras de estos cuencos equilibran nuestro cerebro izquierdo y derecho y con la repetición junto con la visualización pueden mantenernos en el estado Theta durante cantidades de tiempo cada vez más largas. El ruido vibracional de los cuencos del Himalaya inicializa nuestro sistema nervioso parasimpático también ayuda a aumentar las células inmunes que luchan contra la enfermedad, mientras que también reduce nuestra respuesta al estrés y genera la sincronía respiratoria aeróbica (el flujo sincronizado de nuestra mente, las ondas respiratorias y el ritmo cardíaco).

Nota final

Nuestra capacidad para curarnos de cualquier enfermedad depende de la capacidad de nuestro cuerpo para alcanzar la sincronía cardiorrespiratoria y esto es precisamente lo que se consigue con la adhesión a los cuencos. Cuando se colocan directamente en tu cuerpo, como en una sesión privada, entonces el potencial de recuperación se incrementa enormemente ya que estás recibiendo las vibraciones en tus músculos y órganos además de escucharlas. En otras palabras, el Sonido Vibracional genera el mejor contenedor físico/espiritual necesario para la curación.