Por desgracia, muchas personas en todo el mundo reciben un diagnóstico de cáncer a diario y ninguna está preparada para afrontar este tipo de noticias. El término "cáncer" provoca miedo en las personas y esto es más que evidente. Después de recibir el diagnóstico de cáncer, cada persona experimenta sentimientos y emociones negativas como la soledad no deseada, la pérdida de esperanza y de control.

Veamos...

Estos pacientes creen lo peor y, por ello, les cuesta digerir la información obtenida. Para muchos de ellos, asumir la situación es desesperante. La tristeza, la confusión, la ira, la negación, la culpa, la depresión y la ansiedad inundan sus mentes. Sin embargo, la verdad es que si no aceptan esta situación aterradora, nunca lograrán vencerla. En estos momentos difíciles, hay esperanza.

Para ser exactos, los pacientes deben informarse más sobre el tipo de tratamientos disponibles hablando con un médico técnico y seleccionar la forma más eficaz de curación completa. Ni que decir tiene que cada persona tiene derecho a pedir una segunda o tercera opinión médica sobre su caso concreto.

Es bueno saberlo

No obstante, si dos expertos en cáncer le dicen exactamente lo mismo, debe ahorrarse tiempo, dinero y otros recursos. En lugar de ello, debe dirigir su atención a las opciones de tratamiento. Estas incluyen la cirugía, la quimioterapia, la radioterapia, la medicación, la terapia hormonal, la inmunoterapia y el trasplante de células madre. Después de conocer todas estas opciones, el individuo y su familia tienen que tomar la importante decisión conjuntamente.

Antes de decidirse por el tipo de terapia contra el cáncer más aceptable, el paciente debe comprender plenamente el diagnóstico. La mayoría de la gente no puede evitar navegar por Internet en busca de respuestas, pero esto no es una medida inteligente, ya que la información que se encuentra en varios sitios web puede ser engañosa. Hacer preguntas a su médico sobre las distintas afecciones, además de las ventajas y los riesgos de cada tratamiento, explicará cualquier incertidumbre y le ayudará a obtener una nueva perspectiva de la circunstancia.

Tratamientos

El tratamiento del cáncer más antiguo y más frecuente es la cirugía y supone la eliminación de la masa y los tejidos circundantes por parte de un oncólogo quirúrgico. Este tipo de intervención tiene múltiples funciones, desde el diagnóstico del cáncer y el descubrimiento de la localización específica del tumor hasta el análisis del estadio del cáncer, el alivio de los efectos secundarios y el restablecimiento del funcionamiento natural del organismo. El tipo de cirugía elegido para una forma concreta de cáncer depende de la zona del cuerpo afectada, la cantidad de tejido que el oncólogo quirúrgico debe eliminar y el deseo del paciente.

Hay dos tipos principales de operación: abierta y mínimamente invasiva. La primera requiere hacer un corte enorme para extirpar la masa y probablemente los ganglios linfáticos cercanos. La cirugía mínimamente invasiva incluye la realización de pequeños cortes para que el cirujano oncólogo pueda añadir un laparoscopio que le permita ver en el cuerpo al realizar la operación. Con herramientas especiales, elimina la masa y algunos tejidos sanos de alrededor.

Esta opción es viable para las bacterias situadas en un lugar concreto. No funciona para la leucemia u otros tipos de cáncer que ya se han extendido a varias zonas del cuerpo.

Recuerde

Las células cancerosas se multiplican y crecen a un ritmo más rápido y la quimioterapia mantiene el propósito de ralentizar o detener este procedimiento. Por lo tanto, esta opción de tratamiento puede curar el cáncer o aliviar los síntomas debidos a esta alarmante enfermedad disminuyendo los tumores responsables del dolor y otras dificultades.

A veces, el médico recomienda combinar la quimioterapia con otro tratamiento u otras posibilidades para obtener mejores resultados. Por ejemplo, los médicos pueden utilizarla antes de la cirugía para reducir el tamaño del tumor o después de la operación para destruir las células cancerosas restantes. Por desgracia, este tipo de tratamiento del cáncer incluye efectos secundarios desagradables porque la quimioterapia no se centra totalmente en las células cancerosas de crecimiento rápido, lo que significa que también afecta a las células sanas, como las responsables del crecimiento del pelo.

Por ello, durante el tratamiento los pacientes experimentan una inmensa calvicie. Los efectos secundarios más comunes de la quimioterapia, además de la calvicie, son el agotamiento, las náuseas y las llagas en la boca. Los pacientes que optan por este tipo de tratamiento necesitan más que nunca la ayuda y el apoyo de las familias, ya que apenas pueden valerse por sí mismos. Es más, generalmente pasan la mayor parte del tiempo porque su cuerpo necesita descansar.

Nota final

La radioterapia, también llamada terapia de radiación o tratamiento con rayos X, mata las células cancerosas o reduce los tumores con altas dosis de ondas o partículas. Los especialistas también utilizan la radiación en dosis reducidas para llegar al interior del cuerpo del paciente. Este tipo de tratamiento daña el ADN de las células cancerosas impidiéndoles recuperarse e induciéndolas a dejar de dividirse. Cuando las células cancerosas mueren, el cuerpo cumple la función de eliminarlas.

Los pacientes que optan por este método de tratamiento tienen que ser plenamente conscientes de que los resultados satisfactorios sólo aparecerán al cabo de días o meses. Existen dos formas de radioterapia, a saber, la radioterapia de haz externo y la radioterapia de haz interno. Con el primer tipo de radiación, los médicos utilizan una máquina grande y ruidosa para dirigir las partículas en la región afectada del cuerpo, por lo que es una terapia local. La máquina ni siquiera toca al individuo.

Conclusión:

Por otro lado, con el siguiente tipo de radioterapia, los médicos colocan una fuente de radiación, en forma sólida o líquida, en el cuerpo del paciente. El tipo de radiación seleccionado para un determinado tipo de cáncer varía en función de muchas variables, como el tamaño y la ubicación del tumor, el historial médico y la salud general del paciente, su época y otros problemas de salud existentes.

A pesar de que la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia representan los principales tipos de terapias contra el cáncer utilizadas por los médicos, también existen otras opciones de tratamiento. Por ejemplo, la inmunoterapia ayuda al sistema inmunitario del paciente a hacer frente al cáncer. El proceso consiste prácticamente en utilizar organismos vivos para crear materiales, que sirven para tratar el cáncer.