El tiempo de sueño de los bebés es el momento en que se recargan para experimentar el desarrollo. A pesar de que los padres asumen que su bebé está descansando cuando duerme, pero los estudios han demostrado que los bebés tienen dos ciclos de sueño.

Movimiento Ocular Rápido (MOR)

Este es el periodo de sueño activo en el que se producen sueños y el bebé sonríe, se mueve o se agitan las pestañas. A pesar de que el cuerpo está relajado, la mente está atenta debido a la actividad que se desarrolla en ella. Los estudios han demostrado que durante el tiempo en que el bebé sueña, la mente se estimula, lo que ayuda a un mejor crecimiento y desarrollo del bebé.

Movimiento ocular no rápido (NREM)

Este es el tiempo de sueño silencioso. Aunque no se sabe qué ocurre en el cerebro del bebé durante este periodo, hay un mayor suministro de sangre a los músculos, se produce el crecimiento y la reparación de las células, se restablece la energía y se segregan importantes hormonas, cruciales para el crecimiento y la maduración del bebé, mientras duerme. Si un bebé está bien descansado y tiene sus horas de sueño completas y sin interrupciones, eso significa que también descansa su madre.

Pero hay aún más beneficios para la salud de un bebé que ha descansado bien. Un sueño profundo se asocia con un estado de ánimo, un comportamiento, un carácter y un funcionamiento físico positivos durante el día. Es esencial para el crecimiento de un bebé, sobre todo para el crecimiento de su Sistema Nervioso Central. El cerebro de un recién nacido debe trabajar duro. Por lo tanto, un sueño de calidad fantástica favorece el crecimiento adecuado del cerebro. Un bebé, mientras duerme, está soñando la mayor parte del tiempo. Los estudios han demostrado que esto estimula la mente y le ayuda a crecer de forma saludable.

Recuerde

El sueño ayuda a consolidar los recuerdos del bebé. Los bebés que duermen más por la noche tienen mayores resultados cognitivos. Una de las principales causas de la obesidad, tanto en adultos como en niños, se ha asociado a los malos patrones de sueño durante la infancia. Los bebés que duermen menos son más propensos a engordar de pequeños y tienen más riesgo de ser obesos a los 3 años. Un bebé descansado tendrá menos riesgos de padecer problemas de salud y psicológicos como la depresión y la ansiedad. Un niño relajado y descansado va a tener un día fantástico además de una mejor noche también. El patrón de sueño de un bebé se desarrolla durante los primeros seis meses de su vida. Por eso, crear unos hábitos de sueño buenos y regulares puede ayudar a sentar las bases en los años venideros.