Antes de explicar los beneficios del yoga, permítanme explicar la importancia de nuestro sistema circulatorio. Además de nuestras extremidades y funciones cerebrales, nuestro sistema circulatorio es al menos igual de vital para mantenernos en marcha. Además, se denomina sistema cardiovascular, que comprende nuestro corazón y los vasos sanguíneos.

Flujo sanguíneo

La función del corazón es proporcionar sangre a las distintas zonas del cuerpo. Dicho esto, nuestra sangre incorpora los nutrientes vitales y el oxígeno que necesitan nuestros órganos. A través de nuestra sangre, esos mismos nutrientes y oxígeno viajan por nuestros vasos. Nuestro corazón consta de cuatro elementos que tienen una función distinta. El componente de la parte superior derecha es el que ayuda a acumular nuestra sangre que fluye desde todo el cuerpo antes de pasar a la parte inferior derecha.

La parte inferior derecha dirige la sangre a los pulmones para su purificación. A continuación, la sangre purificada se envía de nuevo al centro. Esta vez dentro del ventrículo superior izquierdo, desde donde se transfiere al compartimento inferior izquierdo antes de aparecer como sangre limpia y fresca en el resto de nuestro cuerpo. La sangre funciona principalmente a través de las arterias principales que son estructuras gruesas en forma de tubo que salen de nuestro corazón justo dentro del pecho de nuestro cuerpo.

Es bueno saberlo

Las arterias se dividen en varias sub-arterias que posteriormente se dividen en capilares de paredes finas. Esos capilares se entrelazan con nuestros órganos directamente. Debido a sus finas paredes, dispersan el oxígeno y los nutrientes a nuestros órganos y células que más los necesitan. Las herramientas anteriores son retiradas del tejido y devueltas a los capilares para ser trabajadas dentro de las venas técnicas para mover la sangre bronquial de vuelta al corazón para reiniciar todo el procedimiento.

Esta es una tarea difícil ya que la presión ha disminuido hasta aquí en el centro por lo que las venas se ayudan de válvulas para regular el flujo. Otro consejo crucial que hay que tener en cuenta es cómo está instalado el sistema circulatorio, que consta de dos componentes principales: el torrente sanguíneo y el sistema linfático. El trabajo del sistema linfático es eliminar los desechos del sistema sanguíneo.

Los dos sistemas únicos funcionan casi al lado del otro, pero mientras el sistema sanguíneo tiene una bomba como la del corazón, el sistema linfático no tiene un órgano diseñado para funcionar regularmente. De esta tarea se encargan los músculos, que hacen funcionar nuestro sistema circulatorio extendiéndose y contrayéndose.

Yoga

Es obvio que ahí es donde entra el Yoga. El yoga no es sólo un ejercicio para el cuerpo, sino también para la mente. Nuestro cuerpo, que se mueve todos los días con diferentes posturas y expresiones, ayuda a eliminar los bloqueos en nuestro sistema circulatorio y a garantizar que todo fluya a intervalos regulares de vez en cuando. Además, ayuda a fortalecer nuestros músculos de manera eficiente con el tiempo con un poco de esfuerzo por nuestra parte. Esto es también lo que ayuda a bombear el sistema linfático y permitir que nuestro cuerpo funcione de la manera que nuestra mente necesita.

Por ello, las personas que practican el Yoga con frecuencia pueden esperar conseguir un sistema de respuesta inmune muy mejorado y no se verán fácilmente influenciados por enfermedades, infecciones y otras dolencias. Además esos beneficios comenzaron antes. Las sesiones de Yoga normalmente comercian con una colección de ejercicios de pie que tocan ejercicios de respiración lentos y largos. Estos ejercicios de respiración son típicos de todo tipo de yoga y nos inducen a centrarnos en nuestra respiración. También actúan como un camino iluminado a través de nuestro cuerpo cada vez que respiramos de forma fresca.

Conclusión:

Los ejercicios están hechos específicamente para que las personas no se sientan limitadas en cuanto a dónde y cuándo pueden practicar en la forma que deseen en lugar de un patrón de respiración regular pero lento. Como nuestra respiración es más profunda y larga, nuestro consumo de oxígeno aumenta. Junto con los efectos seductores que esos ejercicios tienen en nuestro flujo sanguíneo, el oxígeno se extiende fácilmente a los músculos de nuestro cuerpo. Si esos músculos, junto con nuestros otros órganos y tejidos, no obtienen el oxígeno y los nutrientes esenciales, nos volveremos vulnerables a todas las dolencias y enfermedades. Habiendo dicho esto, el Yoga es definitivamente una maravillosa ayuda para el complejo e interconectado sistema de circulación. Porque comprende la base y la importancia del sistema y restablece el equilibrio de nuestro cuerpo.