Todo el mundo ha sufrido ansiedad al menos una vez. Si recuerdas que te sudan las palmas de las manos antes de una entrevista, que te duele la cabeza al plantearte el problema del trabajo final o que te duele el estómago porque se acercan los exámenes de evaluación, pueden ser ejemplos de estrés asociado a disfunciones físicas que te han hecho perder el sueño y bajar tu nivel de rendimiento.

Entendámoslo

Independientemente de la edad que uno tenga, hoy en día se considera que la ansiedad tiene un efecto muy dramático en el sistema inmunológico humano. Esto se debe a que las situaciones estresantes que tienen y la duración extensa influyen en las hormonas del cuerpo humano, que luego influyen directamente en el sistema inmunológico humano. Los casos de estreñimiento crónico, las migrañas, los brotes de acné, las dolencias respiratorias superiores, los resfriados, las úlceras, e incluso los problemas de salud más graves como la diabetes, las dolencias cardíacas y ciertos tipos de cáncer, pueden estar relacionados, según los científicos, con períodos prolongados de estrés.

Pero no hay que desesperarse. Aunque el estrés no puede eliminarse, los científicos sociales, los psicólogos y los médicos están de acuerdo en que el estrés puede controlarse y las personas que tienen la capacidad de darse otra oportunidad pueden llevar una vida más saludable.

Ejercicio

Conocido por sus resultados para aliviar la tensión, un problema de ejercicio continuo puede ayudar a las personas a reducir sus niveles de estrés. Un tranquilo paseo vespertino o un tipo de ejercicio más dinámico, como una clase de aeróbic, puede ayudar a una persona estresada a eliminar la tensión y el estrés que le provoca. Dormir: Dale a tu cuerpo y a tu mente la oportunidad de rejuvenecer de forma natural durante el sueño. Aunque las personas estresadas tienen problemas para dormir las horas necesarias, los especialistas recomiendan seguir una estrategia de sueño continuo e irse a la cama cada noche alrededor de la misma hora, evitando la cafeína o las bebidas pesadas, lo que puede ayudar a una persona a conciliar el sueño y a reducir sus niveles de estrés.

Respiración

Aprenda a respirar correctamente y practíquelo con regularidad. Los ejercicios de respiración profunda pueden ayudar al cuerpo y al cerebro a reconsiderar los parámetros de una posición estresante y a readaptarse al encuentro. Inhala aire por la nariz y exhálalo por la boca tras mantenerlo durante cinco minutos. Mientras tanto, despeja tu cabeza y concéntrate en una idea agradable.

Evite

Intenta evitar el consumo de productos químicos con cafeína en lugar de tomarlo por tu cuenta. La cafeína puede prolongar el periodo de estrés y, como es un estimulante, puedes tener problemas para respirar o dormir. Además, al culparte a ti mismo y a tu fortuna no te estás concentrando en resolver un problema sino en prolongar la angustia y el estrés que sientes.

Que no cunda el pánico

Aunque es habitual dejarse llevar por las emociones cuando se está enfadado, intenta concentrarte en lo que sientes y comportarte como si fuera tu principal problema para solucionarlo. Escuchar música, respirar correctamente, escribir un diario, hacer ejercicio, salir o hacer cualquier cosa que consideres adecuada puede ponerte de mucho mejor humor.

Hablar

La gente que te rodea no es indiferente a tus propios problemas. Deja de tratarlos como si lo fueran. Habla de lo que te preocupa y solicita su ayuda. Incluso el simple hecho de que alguien te escuche y te ofrezca otra perspectiva puede ser suficiente para que encuentres otro tobillo al problema y trabajes en su solución.