Es imprescindible equilibrar los niveles de ácido y álcali en nuestros sistemas fisiológicos. El cuerpo tiene un mecanismo interno para equilibrar la proporción ácido-alcalina, pero es importante conseguir una alimentación equilibrada ácido-alcalina. El factor pH indica la acidez y la alcalinidad del cuerpo y desempeña un papel muy importante en la química corporal.

¿Lo sabías?

El valor normal del pH es 7 y por debajo de éste indica acidez, mientras que los valores superiores a 7 son un signo de alcalinidad. El valor de pH de la orina y la saliva es de 6 y 6,8 respectivamente, lo que demuestra que son de naturaleza algo ácida. Estos son los valores típicos; algún valor por encima de éste podría indicar una naturaleza alcalina, mientras que todo lo que sea inferior indicaría un carácter más ácido. Unos niveles de acidez elevados en el organismo pueden causar muchos problemas, como acidez, ardor de estómago, indigestión, dolores de cabeza, trastornos nerviosos, deseo excesivo e incluso somnolencia.

La acidosis provoca muchas enfermedades como la hipertensión, dolencias de la piel, tos frecuente, resfriados y fiebre, reumatismo, envejecimiento prematuro y reducción de la inmunidad. Teniendo en cuenta todo esto, uno creería que un alto grado de alcalinidad es mayor, pero no se puede estar más lejos de la verdad, ya que un alto grado de alcalinidad en el cuerpo provoca pereza, letargo, retención de líquidos, falta de concentración, falta de impulso y fuerza de voluntad, etc. Sin embargo, los estudios indican que los individuos con mayores niveles de alcalinidad son menos propensos a las enfermedades y tienen un sistema inmunológico más fuerte.

Acidosis

La acidosis puede controlarse fácilmente mediante una dieta cuidadosamente controlada. En algunos casos, cuando la acidosis se debe a una enfermedad, hay que tratarla. Todos los alimentos de carne, los alimentos procesados como los azúcares y la maida, el café, los cereales como el trigo, la avena, la cebada, etc., las legumbres y los huevos tienen un alto contenido en ácido. Por otro lado, los alimentos como las verduras de hoja verde, las setas, las frutas, etc. son de naturaleza alcalina.

Los cítricos, aunque de sabor ácido, se vuelven alcalinos al ser digeridos y ayudan a restablecer el equilibrio de ácido y álcali del cuerpo. Los alimentos que contienen mayores niveles de calcio, magnesio, potasio y sodio disminuyen la acidez y ayudan a mantener el nivel de alcalinidad. Para equilibrar los niveles de ácido y álcali, el 80 por ciento de los alimentos que consumimos deberían ser alcalinos, mientras que el 20 por ciento deberían ser ácidos.

Recuerde

De ello se deduce que debemos incorporar más frutas como el ñame, la remolacha, las zanahorias, el rábano, etc. en el menú, al tiempo que evitamos los alimentos que forman ácido, como el trigo, la avena, el arroz, la cebada, el pescado, los huevos, las legumbres, etc. La mayoría de las hortalizas verdes, como los guisantes, el pepino, las calabazas, el dedo de dama, las coles, las cebollas, las judías, la coliflor, etc., son también de carácter alcalino. Añadir zumos de frutas es una forma realmente segura de añadir álcalis al cuerpo. Los zumos de frutas y verduras son realmente beneficiosos para la salud.